26 de diciembre de 2014

Cualquier día es bueno para ver aves ... incluso el día de Navidad

Anoche la cena de Nochebuena no fue demasiado copiosa. Ni hice excesos con la bebida. Así que me he despertado pronto esta mañana y, para mi alegría, había un cielo radiante en la ciudad de Valencia.

Y como decimos aquí, ... ¡pensat i fet!
Me he vestido, me he colocado los prismáticos, me he colgado la cámara al cuello,  me he echado el telescopio al hombro y ... ¡a la Albufera a "pajarear"!

¡Y no ha podido empezar mejor el día!
Antes de salir de la ciudad, un ejemplar de Halcón peregrino (Falco peregrinus) posado en lo más alto de uno de los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (la famosa, inútil y costosísima idea de Calatrava que llamamos Ágora). Aunque sé en la ciudad hay alguna pareja asentada, aún no había tenido la oportunidad de verlos.

Después de estar contemplando un rato he proseguido la ruta hacia la desembocadura del nuevo cauce del Túria con la idea de seguir la costa hacia el sur en busca de las Pardelas baleares (Puffinus mauretanicus) y los Colimbos grandes (Gavia immer) que se están citando estos días por la zona (ver www.birdingalbufera.com).

Pero lo primero que me he encontrado ha sido un grupo de unos 40 Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)  y 2 ejemplares de Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) además de un pequeño Andarríos chico (Actitis hypoleucos) alimentándose entre las rocas de la escollera.


En la playa de Pinedo, mi atención estaba dividida entre observar e intentar fotografiar un bando mixto de Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) y Correlimos común (Calidris alpina),   y miradas al mar en busca de las especies antes citadas hasta que un "tren" de Pardelas ha fijado mi atención. Lejanas, pero "contables" quemando pestaña en el telescopio, he llegado a contar unos 350 individuos.
  
  

Saliendo de Pinedo para dirigirme a la playa de las Garrofera y el Arbre del Gos, he ido haciendo paradas en los arrozales inundados para descubrir una gran cantidad de Agachadizas comunes (Gallinago gallinago) perfectamente camufladas entre los tallos cortados del arroz y un grupito de Andarríos bastardos (Acctitis hipoleucos).

   

Y mientras andaba entretenido contando y fijándome en las patas de los Andarríos, ya que observe que alguno de los cuales portaba anillas de colores, apareció de repente un preciso macho de Aguilucho pálido (Circus cyaneus) aunque a una distancia a la cual mi cámara no permite realizar buenas tomas.
 

Decidido a volver a encontrar el Aguilucho para hacerle alguna foto mejor, he decido abandonar mi idea de seguir la costa en busca de los Colimbos y me he adentrado por los arrozales entre Pinedo y los caminos que parten del camí del Tremolar hasta Castellar-l’Oliveral.
No he tenido suerte con el Aguilucho pálido aunque he podido disfrutar con otras aves comunes en esta época como Gaviotas reidora y sombría, Garcetas comunes y Garcillas bueyeras. También elegante Garceta grande (Egretta alba) buscaba alimento en los arrozales fangueados.

 
 

Entre los paseriformes, numerosímas Lavanderas blancas y una bonita Lavandera cascadeña, Bisbitas pratenses (comunes) y alpinos, varios ejemplares de Martín pescador por los arrozales (he "levantado" 5) y un bando mixto de Gorriones molineros y comunes junto con algún Pinzón vulgar.


Algún Avión roquero, Buitrones y Mosquiteros ampliarían la lista a la que añadiría las Urracas, Tórtolas turcas, las Garzas reales los bandos de Estorninos y un huidizo Cernícalo vulgar.

En resumen una entretenida mañana para un día Navidad!!










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