Entre el bullicio de la gente que retorna de la playa hacia los apartamentos cargados de sombrillas, colchonetas y toallas, y los gritos de los niños que juegan en la piscina de algún apartamento, he reconocido sus inconfundibles llamadas.
Un pequeño grupo de 6-8 mitos (Aegithalos caudatus) se desplaza desde unos pinos solitarios situados en medio de una calle hacia los jardines de un enorme edificio de apartamentos.
Probablemente un grupo familiar, que mi imaginación ha comparado con esas otras familias de turistas que se ven en verano por estos mismos lugares buscando un lugar donde comer o cenar, o cargados de maletas dirigiéndose al apartamento donde van a alojarse durante las vacaciones.
Me han arrancado una sonrisa.
Pero también he pensado que resulta cuanto menos curioso encontrar a estas pequeñas aves forestales revoloteando entre los escasos árboles dispersos por calles y jardines rodeados por esas gigantescas moles de hormigón que son los edificios de apartamentos.
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